Primera teletransportación espontanea de un español entre Filipinas-México

Internet es hermoso, pues es tierra fértil para las leyendas urbanas. Curiosamente, esta historia de antecedentes de teletransportación la encontré por primera vez escrita en una fuente más seriecita: la física de lo imposible del físico Michio Kaku.

Resulta que un guardia en el ejercito de Filipinas, llamado Gil Perez, custodiaba el palacio del gobernador, de forma habitual. El soldado se sintió desvanecer, y cerró los ojos por un momento. Al abrirlos, notó que el entorno había cambiado mucho. Se aterrorizo; el guardia no tenía idea de donde se encontraba. Además de abandonar su puesto y deber, al parecer, se había transportado hasta la Plaza Mayor de la Ciudad de México. El 24 de octubre de 1593, en un santiamén, el militar recorrió más 9 000 millas náuticas, cruzando el océano Pacifico.

Niño, recuerda, faltaba mucho para invención de los aviones, carros y los teléfonos celulares. Los caballos (incluso jamelgos) eran un transporte terrestre de lujo.

Las autoridades mexicanas arrestaron: 1) por ser un desertor de su deber y 2) por tener pacto con Satán. Sí, esta última acusación la formalizó el Muy Santo Tribunal de la Inquisición.

En las versiones de esta historia aparece una y otra vez que Gil todo lo que pudo decir en su defensa era que había desaparecido de Manila, y aparecido en México, "en menos de lo que canta un gallo".

Pero, en una versión de leyenda urbana de Filipinas le da más cuerda a la historia. Gil informó a sus acusadores que esa misma mañana, en Filipinas, el gobernador Luis Pérez Dasmariñas murió a manos de piratas chinos. Dos meses después, noticias desde Filipinas confirmaron el hecho. Al parecer, eventualmente, el soldado fue liberado y regreso a su puesto militar en Filipinas. Lamentablemente para la historia: Wikipedia afirma que Pérez Dasmariñas fue gobernador hasta 1596, tres años después, LOL.

Y ese es el punto final de la leyenda, la exposición histórica del incidente es inverosímil. Los primeros registros de la desaparición de Pérez datan de un siglo después de ese hecho.

En su libro Michio Kaku le dedica a esta historia 135 palabras. Usa este cuento como un antecedente de lo que hoy llamamos "ciencia ficción" sobre el tema de teletrasportación para hablar en serio sobre el tema. Pero, él prefirió esta leyenda por sobre muchas otras anglosajonas. Entonces por un lado la documenta y por otro le escupe.

Da igual, sin evidencia histórica, esto es un cuento. Igual para hacer una película con Tom Cruise.

Pero la teletrasportación si puede ser una realidad. Lo que bien puede ser tema para otro post de este su blog. Pero también pueden leer el libro de Michio Kaku o visitar el blog de la Mula Francis con una buena entrada técnica sobre el tema.

O simplemente pensar que, si conociéramos la posición de cada átomo de nuestro cuerpo, si superamos cada interacción molecular en nuestro organismo; un aparato podría adquirir esa información, desintegraría nuestro cuerpo, y enviaría esa información -a velocidades cercanas a la luz- a una lejana máquina para reproducir esa información: acomodando cada átomo, asegurando cada interacción molecular sea correcta, hasta que nos reprodujera, nos reconstruyera en un parpadear. Es como enviar un correo electrónico, con una sola copia. Es la tecnología futurista de teletrasportación que le apuesto. Es... Star Trek.

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